Artículo publicado por Martín Kanenguiser para Infobae (2 de junio)
El Gobierno prevé que la inflación de mayo se haya estacionado cerca del mismo nivel que la de abril.
Las estimaciones preliminares del equipo económico se ubican por debajo de los datos de las consultoras privadas, que rondan el 9 por ciento.
Fuentes del equipo económico indicaron a Infobae que el IPC de mayo se ubicaría entre el 8 y el 8,5 por ciento, similar al 8,4% registrado en abril. De este modo, en los últimos 12 meses la inflación acumuló un 118%, la segunda más alta de la región después de Venezuela.
En este sentido, Ecolatina estimó el 8,9% mensual (+117,4% interanual), “acelerándose por 5° mes consecutivo. Así, acumuló en el año un alza del 42,2%, cuando en el mismo período de 2022 el aumento era del 28,1%. La inflación Núcleo creció 8,4%, mostrando la mayor variación desde abril de 2002 (+15%)”.
En tanto, ECO GO afirmó que la suba de precios fue del 9,2% el mes pasado y del 116% en un año; por encima del promedio en mayo subieron los rubros de vivienda (15% y 122% en un año), alimentos y bebidas fuera del hogar (10,7% y 134%) y transporte y comunicaciones (12,8% y 113,7%). “La inflación amenaza con espiralizarse y las medidas con las que se busca frenarla cada vez son más superficiales”, advirtió el estudio de Marina Dal Poggetto.
En las primeras mediciones de mayo, México registró deflación del -0,3% y Perú y Brasil una tenue inflación del 0,4 por ciento. El cuadro de precios de toda la región tiende a descender en términos anuales, mientras que asciende en la Argentina, que, según los analistas, terminaría cerca del 150% en diciembre próximo.
Las fuentes oficiales aclararon que “no hubo arrastre mayor” de abril a mayo por la alta volatilidad cambiaria, pese a que se esperaba una fuerte incidencia en los precios al consumidor.
“Siguen altos los alimentos”, admitieron. En este sentido, algunas empresas afirman que hubo una mayor presión esta semana sobre los mayoristas para “bajar los márgenes del 10 al 5 por ciento” en varios productos de venta masiva. En algunas cadenas afirman que, a los inspectores de Comercio se sumaron integrantes de gremios afines al oficialismo para reforzar las inspecciones, pero en el organismo que lidera Matías Tombolini lo negaron en forma tajante.
“Te llaman a la noche para que bajes los precios a la mañana siguiente y, para ver si cumpliste, se aparecen con Camioneros”, se indicó en una importante firma mayorista; en Comercio brindaron otra versión: “Camioneros sólo aportó su conocimiento sobre algunas cuestiones, pero no inspeccionaron ellos. Sí estamos haciendo con apoyo de los municipios, se hacen operativos en conjunto”.
Además, afirmaron que la creciente asistencia del Banco Central al Tesoro por la vía de Adelantos Transitorios (AT) no “acelera” la inflación. “Está dentro de los márgenes previstos y seguirá así; no hay margen para asistencia cero”, indicaron. Aunque la promesa del año pasado era que no habría más AT, la fuerte caída de ingresos por la sequía modificó los planes del Gobierno.
Por ahora, pese a la advertencia de varios analistas, en Economía no prevén una mayor aceleración de los precios. “Los dos dígitos no se ven”, indicó la fuente, sin festejar demasiado dado el alto nivel de inflación del último año. De hecho, junio será otro mes complejo por la suba prevista en varios precios regulados, como la medicina prepaga, los colegios del área metropolitana y la electricidad en las boletas de los usuarios de Edenor y Edesur, entre otros. La suba anualizada corre al 150%, aclaran los analistas.
“Los dos dígitos no se ven” (fuentes de Economía)
Por este motivo, el equipo económico tampoco prevé acelerar más la devaluación del tipo de cambio oficial, que se volvió a ubicar en mayo por debajo de la inflación. “Va a mantener su rol de ancla acotada”, indicaron.
Mientras los controles cambiarios se cierran una y otra vez por la falta de dólares en el Banco Central –a la espera de las gestiones del ministro Sergio Massa en China y de sus colaboradores con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) en EEUU–, los funcionarios saben que, a menores importaciones, más presión sobre los precios internos. Este cuadro anticipa más medidas de “cepo al cuadrado”, como la que se aplicó en las últimas horas a las provincias para que paguen sus deudas en dólares con sus propios recursos, como ya ha ocurrido con varias empresas.
A estos hechos objetivos se suma el habitual clima de nervios en un año electoral. “Hay un problema de expectativas”, admitieron, sin mucho más para hacer.
Luego del cierre del “dólar soja 3″ y del comienzo de la campaña electoral en junio, los funcionarios prevén que haya una merma en las liquidaciones de divisas por parte del agro. De todos modos, creen que el campo no va a retener todos los dólares hasta las elecciones, porque “necesitan fondos y no tiene sentido que guarden todo hasta agosto”, pese a las expectativas de una mayor depreciación del peso en los próximos meses, con una brecha en torno del 100%.
“Empieza la cosecha de trigo y la parte fuerte de la comercialización de la soja”, se esperanzaron. En el medio, aguardan una señal de Washington para que al menos el FMI acelere algunos de los desembolsos previstos para el segundo semestre del año. Antes, tiene que haber un acuerdo en torno de la revisión de las metas incumplidas, una cuestión que no es menor y que, dada la dinámica de los ingresos fiscales y las reservas, no será sencilla de solucionar.
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