El consumo de bienes durables en el tercer trimestre de 2024 mostró una notable recuperación, superando los niveles previos gracias a la mejora en el crédito y la apreciación cambiaria. Según datos de una consultora, estos bienes tocaron un mínimo en los primeros meses del año, pero luego experimentaron un repunte significativo. En contraste, el consumo masivo no ha mostrado la misma recuperación, con indicadores como las ventas en supermercados y comercios minoristas aún estancados.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina habría crecido más del 2% en el tercer trimestre de 2024, tras tres meses de caída en la actividad económica. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró incrementos desestacionalizados en julio y agosto, y se espera que septiembre continúe esta tendencia. Según un informe de Equilibra, el EMAE subió un 0,4% en septiembre, impulsado por la expansión en la industria y la construcción.
A pesar de la recuperación económica, el consumo privado aún enfrenta desafíos. Entre el segundo trimestre de 2023 y el mismo período de 2024, se observó una contracción del 10%. Sin embargo, la tendencia comenzó a revertirse en la segunda mitad de 2024, con ocho de doce indicadores mostrando signos de recuperación entre julio y septiembre.
Dentro de los indicadores de consumo, se observa una disparidad significativa entre los rubros. Las compras de bienes durables han mostrado una recuperación más rápida que el consumo masivo, que sigue enfrentando dificultades. Según Equilibra, los indicadores de consumo masivo, como los de la Cámara Argentina de Comercio y Scentia, aún no muestran señales claras de recuperación.
El papel del crédito ha sido crucial para suavizar el impacto de la caída de ingresos en el consumo. Entre el primer y el tercer trimestre de 2024, los préstamos con tarjeta de crédito crecieron un 22% en términos reales, mientras que los préstamos personales aumentaron un 79%. En conjunto, los préstamos destinados al consumo crecieron un 38% desde principios de año, lo que ayudó a mitigar la caída del consumo frente a un deterioro mayor de los ingresos reales.
La base de comparación para el consumo de bienes durables no es la misma que para el consumo masivo. A finales de 2023, la compra de bienes durables estaba en mínimos históricos, por lo que era esperable un crecimiento con la estabilización macroeconómica. Además, la alta inflación y la incertidumbre política llevaron a los consumidores a adelantar compras de bienes no perecederos.
La caída de la masa salarial real y de los ingresos no laborales fue más pronunciada que la del consumo privado, lo que sugiere que las familias utilizaron ahorros y stocks acumulados para compensar la pérdida de ingresos. La recuperación del crédito ha sido determinante para mantener el consumo mientras los ingresos comienzan a recuperarse.
En resumen, mientras que el consumo de bienes durables se ha recuperado gracias a factores como el crédito y la apreciación cambiaria, el consumo masivo sigue enfrentando desafíos significativos. La recuperación económica en el tercer trimestre de 2024, impulsada por la industria y la construcción, ofrece un panorama mixto para el consumo en Argentina
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