El Gobierno anunció este lunes la disolución de la AFIP y en reemplazo la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), la cual tendrá una estructura más simplificada respecto del ya extinto organismo.
El ARCA funcionará en conjunto con las Direcciones Generales de Impuestos y de Aduanas, que quedarán bajo la órbita del Ministerio de Economía. Además, se anunció que Andrés Gerardo Vázquez tomará el control de la DGI y José Andrés Velis de la DGA.
A su vez, se redujeron al 45% los cargos superiores y al 31% los inferiores, lo que significó la pérdida del 34% de la estructura y generará un ahorro anual de $6.400 millones.
Por el momento, el Gobierno no especificó que pasará con el cobro de impuestos ni con el monotributo tras el cierre del organismo recaudador, pero se prevé que serán gestionados y cobrados a través del ARCA, que absorberá las principales funciones de la AFIP.
Javier Milei ha anunciado una reestructuración significativa en el sistema de recaudación fiscal de Argentina, que incluye la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)y la creación de la Agencia Nacional de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Este cambio busca simplificar la estructura administrativa y mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos y el control aduanero.
La nueva ARCA contará con dos directores generales: Andrés Edgardo Vázquez, quien liderará la Dirección General Impositiva (DGI), y José Andrés Velis, quien estará al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA). Vázquez, con más de 30 años de experiencia en fiscalización y control financiero, ha ocupado roles clave en la AFIP y otras entidades estatales. Su formación incluye títulos en Administración y Contaduría Pública de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), así como capacitaciones internacionales en los Estados Unidos.
Por su parte, Velis, con una trayectoria de más de tres décadas en la DGA, ha sido fundamental en la modernización tecnológica del sistema aduanero argentino. Participó en la implementación del Sistema María, precursor del actual Sistema Malvina, y ha liderado proyectos de informatización que han optimizado los procesos aduaneros y reducido costos operativos.
El gobierno de Milei ha justificado estos cambios como una medida para reducir el tamaño de la estructura administrativa, con una disminución del 45% en las autoridades superiores y un 31% en los niveles inferiores. Además, se prevé la reubicación de aproximadamente 3.100 empleados que, según el gobierno, ingresaron de manera irregular durante la administración anterior. Esta reestructuración busca generar un ahorro presupuestario anual de $6.400 millones.
El vocero del gobierno, Manuel Adorni, ha enfatizado que la eliminación de la AFIP es un paso hacia una Argentina con menor carga fiscal, afirmando que “lo que es de cada argentino es suyo y de nadie más”. Además, se ha anunciado que los sueldos de los titulares de la AFIP y los directores de la DGI y DGA se ajustarán a niveles comparables con los de ministros y secretarios de Estado, en un esfuerzo por alinear los salarios con la nueva estructura organizativa.
La medida también incluye la implementación de sistemas de control y evaluación más precisos, con el objetivo de mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión pública. El gobierno busca garantizar una mayor y mejor recaudación, así como un control aduanero más eficiente.
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