Artículo original publicado por Martín Kanenguiser en Infobae, el 13 de febrero de 2022.
El gasto en la lucha contra el narcotráfico cayó en términos reales en los últimos años, según se desprende del análisis de los datos oficiales.
El dato llama la atención en medio de los casos de fallecimientos e internaciones por cocaína adulterada en el Gran Buenos Aires y en Rosario.
El economista Martín Siracusa dijo a Infobae que “el narcotráfico maneja a nivel global un 1% del PBI, lo mismo que la generación de riqueza de un país como Argentina. Eso significa que tiene enormes sumas de dinero dolarizadas para comprar armas, vehículos, propiedades, voluntades y hasta para corromper funcionarios y jueces. Para las fuerzas federales de seguridad competir contra los narcos requiere constantemente recursos, equipos y capacitación”.
Para las áreas que se enfrentan al narcotráfico, el presupuesto ha caído un 15% en términos reales en sólo dos años (Siracusa)
“Para las áreas que se enfrentan al narcotráfico, el presupuesto ha caído un 15% en términos reales en sólo dos años. Esto significa que en el año 2021 se pudieron comprar menos municiones, menos patrulleros, menos tecnología que en años anteriores. Esto pasó en las áreas que se ocupaban de investigar el narcotráfico, pero también en las áreas que deben controlar los precursores químicos, como la efedrina y el fentanilo”, dijo el experto que formó parte de la gestión de Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri.
Infobae quiso conocer la opinión de la actual gestión del Ministerio de Seguridad sobre este tema pero no obtuvo respuestas al respecto.
En el programa de políticas de Control y Lucha contra el Narcotráfico en el Ministerio de Seguridad, la caída entre 2019 y 2021 fue del 6% en términos reales; en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA creció 11%; en la investigación de delitos complejos y antidrogas de Gendarmería Nacional cayó 70%. En el caso del Sedronar, hubo un aumento del 41 por ciento.
“El presupuesto es la herramienta que establece las prioridades de políticas públicas. El Gobierno tiene una visión romántica de las drogas y en general de la delincuencia, y como consecuencia reducen los recursos destinados a la seguridad. Pero aunque las drogas tengan un lado relacionado a la salud pública, que es la demanda de drogas, está el lado más importante que es la oferta de drogas, y ese es un tema de seguridad. Gracias a quintuplicar las inversiones, sancionar la ley de emergencia en seguridad, y a una decisión de luchar con los narcos logramos bajar la tasa de homicidio al nivel más bajo de la historia. Eso hoy está cambiando para mal”, destacó Siracusa.
El economista contó que “han cambiado las prioridades y esto ya lo vivimos cuando llegamos al Ministerio de Seguridad con Patricia Bullrich en diciembre de 2015 habían: 25.000 chalecos antibala vencidos, faltaban comunicaciones encriptadas, barcos para la prefectura, helicópteros, tenían los sueldos de los gendarmes negreados, las horas adicionales de la policía fuera del recibo de sueldo. Era una desidia total”.
En diciembre de 2015 habían: 25.000 chalecos antibala vencidos, faltaban comunicaciones encriptadas, barcos para la prefectura, helicópteros, tenían los sueldos de los gendarmes negreados (Siracusa).
“El impacto es visible en el número de operativos realizados, de cada 100 que se hacían se están haciendo 6, según datos que surgen de las metas del presupuesto nacional. Pero es visible también porque en los diarios dejamos de ver todos los días un bunker menos”.
En este sentido, el presidente de la Sociedad Toxicológica Argentina, Aldo Saracco, dijo a Infobae que “el control de daños se aplica cuando fracasa la política de prevención” y consideró que el gasto público en esta materia debe enfocarse en “la educación, como la experiencia 2009-2012 de Mendoza, en la que se capacitó a docentes y alumnos sobre los riesgos de las adicciones y logró correrse la edad de inicio de este problema en forma sustancial”. Al respecto, consideró que “sin este enfoque, el gasto público en drogas es un barril sin fondo”. Saracco señaló que “con más pobreza y marginalidad, aumenta la adicción, que para mucha gente es el paliativo ante la gran cantidad de problemas que afronta”.
Otros números
Respecto del negocio de la cocaína, hay estudios nacionales e internacionales que permiten aproximarse a este fenómeno, que vuelve a cobrar relevancia tras la muerte de 22 personas por el consumo de cocaína adulterada en el Gran Buenos Aires.
Al respecto, el ex subsecretario de Lucha contra el Narcotráfico, Martín Verrier, resaltó en conversación con Infobae que el último estudio sobre esta cuestión data de 2017 y afirmaba que se manejaban unos USD 1.110 millones; de la cifra total, USD 500 millones correspondían al negocio de la marihuana; USD 218 millones al de la cocaína y el resto a otras sustancias.
En términos globales, según las cifras de Naciones Unidas, el tráfico de drogas genera un volumen que ronda entre 400 y 600.000 millones de dólares al año, equivalente al 10% del comercio global.
El estudio se realizó para conocer cuál era el nivel de demanda y qué porcentaje del total se estaba incautando por parte de las fuerzas de seguridad; en 2021 debería haberse repetido, pero no se concretó.
En ese momento se estimaba que un consumidor promedio consumía 8,4 gramos al mes de cocaína, que son 100 gramos al año. A esto hay que agregarle lo que la Argentina destina a otros países, aunque ya hace varios años está claro que la Argentina es un lugar de destino, uno de los más importantes de la región”, explicó Verrier.
Ya hace varios años está claro que la Argentina es un lugar de destino, uno de los más importantes de la región (Verrier)
Además, en ese informe detectaron que entre 2016 y 2018, se registró un aumento del 300% en el valor de la cocaína que “tenía una pureza relativamente estable y es la que se mueve en la calle”. Sin embargo, aclaró el especialista que “sobre 2.842 muestras, solo en 107 casos pudimos detectar el porcentaje de cocaína, porque el resto era tan malo que no pudimos hacerlo”, debido a la presencia de otras sustancias, como analgésicos que se usaban para “rebajarla”.
En 2017 había 132 mil consumidores en cocaína por mes y más de un millón en marihuana.
“Desde 2019, con la crisis económica y las restricciones de capitales, hay una mayor restricción en la calidad de la cocaína”, detalló. Si se toma en cuenta que la inflación registró un aumento del 54% en 2019, del 36% en 2020 y del 50,9% en 2021, seguramente este problema se agravó.
Por su parte, un estudio del economista de la UBA Andrés López reveló en su estudio “Narcoeconomía” que la última estimación global data de 2003 y “arrojaba una cifra de USD 320.000 millones (total de ventas en el mercado minorista), algo así como el 0,8% del PBI mundial”.
“Estimaciones posteriores centradas en EEUU y la Unión Europea indican que esa cifra era probablemente exagerada, ya que si bien en EEUU el gasto en drogas ilícitas estaría en torno al 0,7% del PBI, en la Unión Europea rondaría apenas el 0,2%. En la Argentina hay estimaciones oficiales para marihuana y cocaína que indican un nivel de ventas minoristas de 11 mil millones de pesos en 2017 (0,1% del PBI), aunque podrían sufrir de ciertos problemas metodológicos, incluido que no controlan por subreporte”, explicó el doctor en Economía y Licenciado en Economía por la FCE-UBA que dirige el Centro de Investigaciones para la Transformación (Cenit).
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